miércoles, 19 de octubre de 2005

Enrespuesta

Y cuando la sal
prolifera debajo de las cobijas
y Desdémona hinca su diente
en una fruta madura...

Cuando gotea el yugo inocente
y una espera se hace agua.

Cuando detrás de la espalda
se clava un aguijón de abeja
que empuja hacia el caldero.

Y sin embargo,
aún sin embargo,
detrás de la espalda
Desdémona ha mirado...

Desde su espejo,
y más hacia afuera.
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